Hoy en El Pulpo, me quisieron vender lo que un cuate llama chocohach... Así, de la nada. Yo se que no me veo muy pulpense como para que la banda se acerque a ofrecerme cosas. Pero no es el caso de este post.
Creo que El Pulpo se ha transformado en los ultimos años. Eso de que aparecen tentáculos en las noches creo que dejó de ser hace ya rato. Vaya, hay circo los viernes en la tarde. Justo cuando entré en la facultad, el primer semestre tenía listones para impedir el paso con el pretexto de que se recuperará la vegetación... Hace tiempo les dije a un par de pulpenses que ya era tiempo de volverlo a hacer y estuvieron de acuerdo conmigo. Cuando reabrieron, mi generación en particular llegó a apropiarse de la zona. Creo que todos tuvimos nuestra etapa pulpense, donde un dejaba de entrar a las clases para socializar con la banda... Poco a poco la mayoría nos fuimos, aún mantenemos, orgullosamente, representación bien enraizada en las jardíneras.
Luego llegó la época de represión. Los profesores de la planta baja del Departamento de Matemáticas se daban sus viajes indirectamente. Llegaron las autoridades universitarias a patrullar la zona para evitar que las juventudes cayeran en sus tentáculos. Corrían rumores de que era expulsión inmediata y te consignaban con las autoridades correspondientes si hacias mal uso del lugar. La banda migro a otros terrenos durante la Guerra Sucia. Fueron esas épocas donde yo deje de frecuentar el lugar. La principal razón fue que deje de llevar materias en la mañana, luego me volví Imateboy. Con un Cafe y sillones cómodos dejo de haber alguna razón de peso para que me asomará por ahí.
Pasaron algunos años, y el Pulpo volvió a ser el viejo Pulpo. La banda hippie se reune en grandes circulos de paz y amor. Otros van a pasar el rato o a matar las clases. No sé que paso para que dejaran de asomarse por ahi los de vigilancia, o si todavia lo hacen pero ya les vale madres.
Y el Pulpo sigue ahi, y seguirá. El mundo se va acabar, pero el Pulpo es eterno y ahi estará, después del Apocalipsis. Palabra de Dios.