lunes, octubre 13, 2008

So What.

A qué fuck, y la gripe...
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Conociendo al Señor Kei.

Hace unos años que vivo aquí solo, en esta vieja casa. A unas cuadras del Centro. La casa es grande, con muchos cuartos vacíos, todos con un olor a humedad al que me he terminado en acostumbrar. Me la heredaron mis padres. Estuve tantos años fuera de esta casa que mis recuerdo de la infancia corriendo por los pasillos y escondiéndome en los cuartos ya parecen un sueño a medio olvidar, por eso, todos los días me encierro en un cuarto distinto con un libro y leo a media luz hasta quedar dormido. Fuera de eso, mi rutina no sale de la cocina y el único baño que funciona.

Los tiempos han sido difíciles desde que llegó el Nuevo Partido al poder. La pobreza ha ido en aumento y en la Universidad sólo se habla de los ataques del gobierno a la oposición. Entre los jóvenes de la carrera nos hemos estado reuniendo en Asambleas para organizarnos y realizar acciones que impidan este atropello a nuestros derechos. Recientemente me he acercado a dos miembros del partido de oposición para buscar su apoyo a nuestra causa: T. Un compañero de carrera que conocí en una Asamblea anterior y el señor R., amigo de mi compañero que me presento en una comida dentro de la universidad. Hoy los invite a mi casa para cenar y tratar asuntos de logística del próximo mitin que organizaremos en la explanada de la Universidad. Me alegre de que recibiera todo su apoyo, nos ayudarían con mantas y el equipo de sonido.

Hoy toco a mi puerta un Miembro de la Comisión de Vivienda del Gobierno para entregarme un panfleto que decía lo siguiente: "Ciudadano patriota, usted como todos, se ha enterado de la gravedad de la situación económica que afecta a nuestra nación desde hace varios años. Es por eso, que el país le pide su apoyo, recibiendo a varias familias sin hogar para ofrecerles techo gratuito." Después de leer la hoja que me había entregado corrí con el Sr. R para pedirle ayuda. El Sr. R. me dijo que era una medida que había optado el Gobierno para solucionar el problema de vivienda. La nueva Ley que permitía usar las propiedades de las personas como casas provisionales había sido aprobada meses antes por una amplia mayoría de la cámara, incluyendo a gran parte del partido del Sr. R. La nueva ley sólo se publico en un diario pro-gobierno. En vista de la situación, hable con los lideres del movimiento para apresurar la inminente Revolución pacífica que habíamos planeado desde hace meses.

En pocos días me he colocado como un líder del movimiento, varios compañeros se han retirado de la lucha debido a problemas familiares y económicos, eligieron a su familia a costa del país, no puedo criticarlos por sus decisiones, sin embargo la lucha ha perdido fuerza en las ultimas semanas.

Hoy se hizo realidad mi peor pesadilla, un hombre de la Comisión de Vivienda asigno a tres familias a vivir en mi casa. Dos mujeres viudas con dos y tres hijos cada una, el mayor no rebasa los 15 años, y una madre soltera con un bebé de meses. Llegaron muy temprano en la mañana junto con todas sus pertenencias en mano. Las familias y el hombre venían acompañados de la prensa, después de una pequeña ceremonia donde exaltaban mi patriotismo y bondad, me tomaron fotos con las familias, en pocos minutos después de que la gente se fue, las familias escogieron un cuarto donde vivir, y en un par de horas, parecía que ya vivían ahí desde hace meses, los niños corrían por los pasillos, el baño estaba ocupado a todas horas y las señoras recordaban a sus hombres en la cocina mientras preparaban la cena para sus respectivas familias. Las peleas entre los niños y las señoras no tardaron en llegar. En unos pocos días, las señoras no se hablaban, el adolecente empezó a traer a una niña no mayor a 14 años. Un día los sorprendí en mi cuarto, que según yo tenía bajo llave. En unas semanas, la niña ya vivía en mi casa y los planes de boda se escuchaban en la cocina. Después de tres meses de vivir en estas condiciones, mi paciencia ya no pudo más. Traje conmigo a tres amigos para correr a las familias de mi casa. Sabía que tal evento traería a la prensa a mi casa, pero el levantamiento estaba planeado para dentro de tres días y mis horas de descanso se limitaban a dormir en la Universidad, había abandonado ya las clases y sólo iba ahí a dormir y a las Asambleas.

Antes de que llegará la prensa, al día siguiente, muy temprano en la mañana, llegó a mi casa un hombre acompañado del Sr. R. -Sr. K., usted sabe que la prensa no debe enterarse de lo sucedido ayer-, -Lo sé, pero ya no podía vivir en esta situación, se que hice mal y el partido no debe distraerse, esta muy ocupado por estos días.-, -El Partido no tiene nada que ver. Mire, usted tiene mucho futuro, no lo malgaste con esa bola de revoltosos, no habrá levantamiento, no habrá revolución, todo seguirá igual. Mejor retirese y viva como los demás, porque no quiere que el gobierno le expropie su casa.- Después de decirme eso, sin esperar respuesta se marchó junto con el Sr. R. Esa misma tarde, la Asamblea decidió, por unanimidad de votos, posponer el levantamiento por tiempo indefinido. Se que mi discurso tuvo que ver mucho con la decisión. El asunto de las familias corridas jamás salio a la luz. No llegó ninguna familia más a mi casa. Jamás volví a la Universidad y me retire a mi rutina de leer hasta quedar dormido en un cuarto distinto cada noche.

1 comentario:

Luna12 dijo...

Debo reconocer que en un principio pensé que lo que relatabas era un caso real. No se aleja nada de nuestra situación actual en la que se puede esperar solo lo peor por parte del gobierno.

¡¡¡Excelente!!!