Too Drunk to Fuck

Esta es una historia épica, de amor y odio, de aventuras y suspenso... Es la historia de la mayor borrachera de mi vida. Y la verdad, exagero con todo lo anterior. Hace años que paso esto, por lo que ya puede salir a la luz y dejar de estar en los archivos clasificados de mi vida, ja!

La verdad es que le entre ya tarde a eso de los alcoholes. Tenía 16 años, muchos de ustedes habrán tenido sus primeras pedas antes de los 16. Qué mejor lugar tiene un adolecente para ponerse hasta la madre que las trajineras. Es un clásico de la vida moderna de todo chilango. Es mas, me atrevo a decir que es un deber.

La razón de la alcoholizada era el cumpleaños de un compañero de la prepa, yo iba mas que colado, pues ni era mi amigo. Empezamos luego luego acabaron las clases, por ahi de las 3 de la tarde. Una buena peda empieza con chelas, pero yo no tenía tiempo para eso, y empece con tequila, unos cuantas palomas y las tradicionales quesadillas de lancha. Por esas épocas desconocía lo gurmé de mi estómago, cualquier alcohol de mala calidad me pone mal, no borracho, mal, como enfermo, y el tequila era Jimador, pfff... ¡Pésima idea! Para la primera escala tecnica del camino yo ya andaba vomitando todo. Es en serio, me ponen muy mal los malos alcoholes.

Ya desahogado, siguió la fiesta... Yo, muy sabio, decidi dejar de tomar ese Jimador que tanto daño me habia hecho, y empece a tomar Malibu [pueden empezar a reirse si quieren]. Quiza me haya tomado dos a lo mas, cuando empezaron a jugar botella con una de tantas botellas que habia. Claramente yo ya andaba mas alla que aca. En el juego termine dandome de besos con una chava que ni conocia... El juego siguio, y los castigos tambien. Perdí en una vez y me toco tomarme de jalón un vaso completo de una mezcla de varias botellas y un poco de jugo...

Para no quemarme yo solo en este post, les contare que un amigo perdio y tuvo que meter la cabeza completa en el agua de Xochimilco... jijiji. Recuerdo muy bien el momento en el que perdí. Me dieron medio vaso de vodka y me dijeron tomatelo. Andaba tan mal que lo hice sin dudar. Lo último que recuerdo es que andaba viendo al cielo, estaba oscureciendo y de repente perdi la fuerza de mi cuello y se me fue la cabeza de lado por un segundo. Después de eso, puros flashazos:

En la calle, solo. Sentado en un sillón de esos que sólo es una bola de tela rellena con bolitas de unicell viendo a la gente jugar billar. En el baño con wey tratando de hacerme vomitar. En la calle, sin camisa envuelto en una toalla [quiza esto es quemarse demasiado]. Alguien diciendome que no me durmiera porque si no, me moría, y yo contestandole que no me iba a dormir porque no me quería morir, awww, que tierno yo. Todo esto en un lapso de 4 horas.

Mi memoria vuelve cuando llegamos a la casa de un amigo y éste salio corriendo, cabe aclarar que tambien él estaba hasta las chanclas. Yo recuerdo estar tambaleando entre los alambres de puas que estaban a las orillas del pasillo hacia su departamento, vaya que me costo trabajo llegar.

Al día siguiente, me desperte y lo primero que pense es que había soñado que me había puesto bien borracho, ya mas despierto me doy cuenta que no estaba en mi casa. Lo primero que quise saber es lo que había pasado en todas esas horas donde habia sólo flashazos. Resulta, que en algun momento me bese con otra chava, que le vomite al cumpleañero (igual de perdido que yo), que me cai (tenia una herida en la muñeca cuya cicatriz aun tengo). Desde aquella vez, me modero mucho a la hora de beber. Fue extremadamente intensa mi entrada al mundo del alcohol. Además, muchos de ustedes ya conocen el semáforo indicativo de qué tan pedo estoy, por lo que es muy fácil controlarme.